sábado, 12 de abril de 2008

Una noche...

El aire es frio, pero no me importa. En el fondo, el color de la noche me reconforta... Desde aqui puedo verlos, puedo olerlos. Desde aqui todo se hace mas claro. El brillo de la luna baña mi frente y los sonidos nacen de la oscuridad como un animal herido.
Frios cañones de piedra se extienden imponentes ante mi. El humo de mil chimeneas se alza hacia el cielo mezclandose con los olores de alli abajo... Una paz ficticia comienza a cubrir la fragancia de la luna llena...

De repente un coche frena bruscamente a la luz de una farola y el grito insistente de cristales rotos en la acera rompe la calma. Una mujer grita pidiendo ayuda, pero ya es demasiado tarde. El murmullo sordo de una semi-automatica se une con la timida sombra roja de un coche de policia.

Todo salta en pedazos...

Ya he visto suficiente...

Se oye un aleteo lejano, arriba. Y un grito inhumano congela la escena. Una sombra cae lentamente, hasta que se va haciendo cada vez mas grande. Un monstruo inmenso, un coloso que se traga calles enteras a su paso, cubriendolo todo. Una sombra viva que extingue hasta la mas poderosa de las luces, llega a su objetivo. Es enorme y no emite ni un ruido. No es humano.

La pistola vuelve a rugir. Se oye el crujido de unas ropas de terciopelo. Se apaga la farola. Un suspiro. Silencio.

Silencio...



Mr. House dedicado a F.M.

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